El nuevo amanecer y propósitos del Nuevo Año 2023

Editorial

Es hora de renovarse ahora o nunca en el balance del año que se va y el que entra. La pandemia, los muertos,  la postpandemia, la crisis de inseguridad, el desempleo, la inflación y la demagogia, dejan un hito en la historia de Veracruz y el país.

Los males endémicos no deben inhibirnos o arredrarnos por graves que sean las amenazas. La sociedad civil con entereza se sobrepuso de la mortal pandemia que asoló a la humanidad. Es hora, con la llegada del Año Nuevo 2023, de remontar el vuelo como las águilas, de buscar nuevos horizontes.

El país, en comparación con otros países del mundo, se vio acorralado por la pandemia del siglo y la endemia de un nuevo régimen partidista que se siente intocable, presuncioso de estar vacunados contra la corrupción, del nepotismo y de los vicios cancerosos de sus antecesores -todo una pueril mentira-y acríticos. Son candil de la calle y oscuridad de su casa.

Los votantes, la  sociedad civil, tras el ungimiento del presidente de la Republica AMLO, de pronto, se vio sometida a los caprichos y voluntad del político tabasqueño, que en menos de un año de su gobierno le salió su avieso autoritarismo.

Violando recurrentemente la Carta Magna y las reglas electorales del INE, el tlatoani mantiene al país dividido, enconado, acusando a los opositores de todos los males que aquejan a los mexicanos. En lugar de mantener su imparcialidad y transparencia, se erige en jefe de una facción partidista.

El Jefe del Poder Ejecutivo federal, del partido oficial, Morena, recurre a las tretas de mitomanía desde el púlpito de Palacio Nacional, lanzado todo tipo dardos envenenados en una descarnada sevicia contra sus críticos, intelectuales y prensa crítica.

A cuatro años de su gobierno, los resultados de su Administración son a grandes rasgos pírricos. La corrupción y el nepotismo de la que se alardea ante propios y extraños siguen siendo una vergüenza para su gobierno.

Veracruz, en el tercer año del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, sacó sus filosas garras de la ignominia y su cinismo para imitar a Obrador en sus defenestraciones. Es un caso perdido. Gobierna con frivolidades y un enanismo pragmático.   

Es una lástima que Morena y sus gobernantes no hayan logrado convencer a los votantes de la otra mitad que no sufragaron por el partido guinda.

El 2023, será el año de los votantes, la oportunidad de rectificar el camino y buscar nuevos derroteros para que el 2024 se elija al mejor candidato de unidad a la gubernatura de Veracruz.

Los veracruzanos no quieren más ríos de sangre, narcoviolencia, feminicidios, derechos de piso extorsiones y nepotismo, sino un Estado de Derecho que recupere la credibilidad de las instituciones de la administración e impartición de justicia.

¡Feliz Año Nuevo 2023!          

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.