¿El agua: derecho o mercancía?

Mutatis mutandis

El agua en la bolsa de valores; y los políticos sin valores.

Ya se libra una más de las trascendentales batallas, para sobrevivir y perpetuar la existencia humana. Importante enterarse y, en general, tomar consciencia de la importancia del tema y participar de inmediato y permanentemente.

Si el agua es vida, hay que protegerla, preservarla y reproducirla, en la realidad, en su medio ambiente.

Tener presente, que aproximadamente 2,100 millones de personas, en el planeta, no tiene acceso a ella. Esto es, uno de cada tres habitantes, tiene problemas de acceso y disposición suficiente en su vivienda.

Y además, que ante la situación actual y su tendencia, en unos años los problemas se complicarán, haciendo que dos de cada tres personas, esto es más de 4, 700 millones de habitantes, pueden verse seriamente afectados, por la creciente escasez y falta de  potabilidad del líquido. Destacando, el uso y abuso excesivo y sin control, así como la notoria falta de políticas gubernamentales y sociales, para asegurar su disponibilidad, sobre todo, para consumo humano.

En todo caso, se trata de un recurso natural, cada vez más escaso; y también, más comercializado aun tratándose de un bien público.

En esta, como en otras ocasiones, la amenaza viene del ser humano mismo, de formas y medios que ha creado, y que ahora se usan en su contra, cuando se pretende incrementar, sin límite ni control, el dominio, explotación y exterminio de la naturaleza y el agua, que determinan la existencia humana. Amenaza creciente, ante el desinterés social, y la apatía nuestra, de todos los días.

El mayor peligro se trata, de querer convertir y reducir el agua, solo a competitiva mercancía;  y eliminar (o hacer a un lado),  su carácter o esencia,  de derecho humano. Aunque suene a exageración, se teme, que  el oxígeno que se respira,  pueda seguir  la misma ruta.

Se sabe, que en el mercado norteamericano de futuros de materias primas,  ya se dispone de instrumentos, como el contrato para la compra y venta de agua. El ejemplo pronto se propagara en el mundo.

La reacción de costos y utilidades argumenta que es, simplemente, una respuesta  ante el importante nivel de consumo y sus movimientos de oferta y demanda, que obligan a prepararse y protegerse, ante los consecuentes aumentos de precios y la escasez previsible.

“La escasez de agua obliga a los grandes consumidores a protegerse contra el aumento en su precio… El precio del agua fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo, con el índice Nasdaq Veles California Water Index, que llevará el ticker o nombre en Bolsa de NQH2O. Este índice se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California, Estados Unidos, este martes su valor es de 486.5 dólares por acre-pie, una medida de volumen equivalente a 1,233 metros cúbicos”. (Expansión. 08.12.20)

Se trata, según  promotores de esta medida, de lograr una mejor gestión, ante posibles elevados riesgos presentes y futuros. “Con este producto del agua, agricultores y municipios podrán protegerse ante los cambios en el precio del agua”.

El problema es que el acceso al mercado de valores es, sin duda, reducido, de conocimiento selectivo y de capacidad económica suficiente para invertir, obtener utilidades y hasta especular al respecto.

¿Y las mayorías afectadas? ¿Dónde está la  participación ciudadana y social? ¿Quién defiende el interés y bien público?

VERACRUZ,  DE LA DESATENCIÓN AL ABSURDO.

Se sabe, que  la entidad tiene la tercera parte de los escurrimientos hídricos del País; y que, el agua de consumo doméstico,  se convierte en un problema cada vez mayor, tanto en disponibilidad, como en potabilidad; así como en cuestionadas administraciones, tarifas desproporcionadas  y, también,  falta de políticas gubernamentales ecológicas, de estímulo y recuperación.

Veracruz, junto a entidades con menor disponibilidad de agua entubada (Guerrero, Oaxaca, Chiapas).

Un millón 300 mil veracruzanos, padecen limitaciones y problemas de disponibilidad. Sobreviven por tandeo o a cuenta gotas.

El sector agrícola, la industria autoabastecida, la termoeléctrica concentran casi el 90 % del uso en la entidad. Más o menos el 10 % se sigue destinando  para  consumo humano.

Lo más preocupante, es que precisamente los veracruzanos, están empezando a pagar las consecuencias de falta de previsión, creciente contaminación, cuestionada coordinación institucional  y deficiente atención.

Por años y hasta por décadas, ante la cuestionada y dividida administración oficial, ha predominado el desinterés y desatención, no ha habido inversión ni planeación  prioritaria y significativa, en torno al abasto de agua y a la protección ambiental. Es más, también sobresale la poca o nula rendición de cuentas y evaluación social,  que merece y  exige la población porque, evidentemente, es la que paga consecuencias y  este servicio,  muchas veces cuestionado y cada vez más caro.

TANDEO DE AGUA, TANDEO DE VOTOS.

Obligatorio defender lo que es de todos. Revisar y analizar la situación que varía de municipio a municipio; pero que, en general, es similar, porque crecen y se complican los problemas de abasto y acceso, suficiente y puntual.

Más cuando ineficientes y delincuentes, se han propuesto debilitar y afectar instituciones públicas, para propiciar su quiebra e imponer el subsidio discrecional o hasta la privatización,  total o parcial del líquido o de servicios que requiere.

Sin duda, ineptos y corruptos, mediocres y perversos, sobreviven y están impulsados, no por afán de servicio y de apoyo al bien común o al interés social, sino a sus propios intereses personales, familiares y de grupo.

En general, urge en México y en Veracruz,  una política ambiental hídrica integral y eficiente, significativa y coherente: de verdadera sustentabilidad ecológica y económica; de amplia y permanente participación y evaluación ciudadana y social. Política gubernamental que identifique y fortalezca,  contados aciertos y logros, que los hay, pero son insuficientes.

Por lo pronto: ¿Tandear votos y salarios a los presuntos responsables? ¿Obligarlos a que se laven las manos, sin agua?
¿Mandarlos  a pedir un vaso de agua a la Bolsa de Valores?

-Académico. IIESESUV  Twitter @RafaelAriasH, Facebook: VeracruzHoydeRafaelAriasH       

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